El Congreso español aprobó este jueves los presupuestos generales del Estado para 2013 con un ajuste previsto de casi US$53.000 millones y con los votos del gobernante Partido Popular.
La mayoría de las fuerzas de oposición criticaron las cuentas del estado para el próximo ejercicio por no considerarlas realistas en cuanto a la previsión de ingresos y por contener medidas que se perciben como antisociales e injustas.
Los presupuestos fueron aprobados tras superar ocho vetos en el Senado e incorporar 89 nuevas enmiendas. Las cuentas contemplan un recorte medio para los ministerios del 8,9%, hasta un total de US$52.634 millones.
Sin embargo, el pago de los intereses de la deuda ascienden prácticamente a ese importe, más de US$50.000 millones.
Los presupuestos para el próximo año se enmarcan en la política de ajuste emprendida por el gobierno de Mariano Rajoy, con el objetivo de reducir el déficit público hasta dejarlo en el 6,3% del PIB este año (desde casi el 9%) y en el 4,5% del PIB en 2013, como exige la Unión Europea.
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