La crisis que pone en riesgo la Nochebuena de los dominicanos

A finales de noviembre, el Gobierno dominicano, encabezado por el presidente Luis Abinader, informó que para diciembre el Bono Navideño sería distribuido en dos modalidades: física y electrónica, a través del denominado Gabinete de Política Social, anunciando la entrega de 1,200,000 bonos físicos con el objetivo de garantizar justicia social. No obstante, esta disposición no se ha reflejado de manera efectiva en la realidad nacional.

En la actualidad, las iglesias están recibiendo cantidades insignificantes de bonos, situación comprobada tanto en iglesias católicas como evangélicas, instituciones que históricamente conocen de primera mano las realidades de los barrios y comunidades más vulnerables del país. Resulta altamente preocupante que, a esta altura del calendario, miles de familias no sepan de dónde saldrá su cena de Nochebuena, debido a que los bonos anunciados no aparecen ni llegan a quienes realmente los necesitan.

Lo más alarmante es que el costo estimado de una cena de Nochebuena ronda los RD$16,825.14, una cifra prácticamente equivalente al salario mínimo más bajo del país, el cual oscila entre RD$16,000 y RD$29,000. Esta realidad demuestra que para una parte significativa de la población dominicana resulta materialmente imposible asumir la cena más importante del año sin algún tipo de apoyo estatal.

A esta situación se suma la escasez y el encarecimiento de productos básicos, como el pollo, del cual se advierte que su precio podría alcanzar hasta los RD$200 por libra durante las navidades, profundizando aún más el deterioro del poder adquisitivo y la calidad de vida del pueblo dominicano.

El gobierno encabezado por el presidente Luis Abinader y el PRM está en la obligación de rendir cuentas sobre los mayúsculos presupuestos que aprueba, como el más reciente, que supera el billón ochocientos mil millones de pesos, mientras amplios sectores de la población no perciben que esos recursos se traduzcan en bienestar social real, oportuno y efectivo.

Desde una perspectiva institucional, resulta inaceptable que, en un país que proclama estabilidad macroeconómica y crecimiento sostenido, los programas de protección social fallen precisamente en el momento de mayor sensibilidad humana y social del año. El incumplimiento en la entrega adecuada del Bono Navideño no es un simple retraso administrativo, sino una señal clara de desconexión entre la planificación gubernamental y la realidad de los sectores más empobrecidos.

Exhortamos de manera firme a las instituciones responsables del gasto social a cumplir con su rol constitucional y moral, y a corregir de inmediato esta situación, para evitar que miles de dominicanos queden excluidos de la celebración de la Nochebuena, antesala del nacimiento del Emmanuel, Dios con nosotros, un acontecimiento que simboliza solidaridad, justicia y esperanza, valores que hoy el pueblo dominicano reclama con urgencia.

Gustavo Guzmán
Secretario de Cultos – PLD

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