Loma de Cabrera con una obra de Angeisi Gómez lo inmortaliza en el mural de sus grandes hijos
Escrito por: Charles Pérez
Escritor, poeta y cantautor, dueño de una trayectoria inigualable que dejó huellas profundas en la cultura y en el sentir de su pueblo.
Su paso por la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) no fue un simple tránsito académico. Allí sembró afectos, enseñanzas y respeto. Se ganó el corazón de un amplio staff de maestros, estudiantes y personal administrativo que aún hoy recuerdan su sonrisa serena, su verbo elocuente y su manera sencilla de engrandecer la vida con cada verso y cada melodía.
Víctor Suárez fue, sin lugar a dudas, un embajador del alma lomera, un representante de la dignidad, del arte y del amor a la tierra. En su obra musical plasmó su esencia más pura, regalándonos canciones que aún hoy acarician el alma.
Entre ellas destaca su hermosa composición dedicada a su pueblo, Loma de Cabrera, una joya musical donde expresó con poesía y sentimiento el orgullo de haber nacido en esa tierra bendita. Cada nota, cada palabra, es un tributo a sus montañas, a su gente y a sus raíces.
También nos legó otra canción profundamente emotiva, en homenaje a nuestro querido maestro del piano, Papito Andújar, una obra escrita desde lo más profundo de su corazón. Víctor compuso esa joya musical con el amor y la admiración de un hermano, pero fueron Fernando Villalona, Angelito Villalona, Tony Gómez y Juan Andújar quienes le dieron voz y alma a esa composición, elevándola a la categoría de himno sentimental.
Cada uno de ellos, con su timbre inconfundible, honró el legado de Papito, mientras las letras de Víctor tejían un puente entre el recuerdo, la amistad y la eternidad.
Nuestro querido Víctor no venía a Loma de Cabrera sin pasar a visitar al eterno profesor Papito Andújar, con quien compartía momentos de calidad, conversaciones llenas de anécdotas, música y risas que hoy viven en la memoria de quienes tuvieron el privilegio de presenciarlos juntos.
Aquella amistad, forjada en respeto y cariño, quedó eternizada en esa canción que hoy sigue emocionando a todos los que aman la buena música y la nobleza del corazón.
Hoy, Loma de Cabrera lo inmortaliza en el mural de sus grandes hijos, donde su figura se levanta junto a los que forjaron con esfuerzo y talento el orgullo de un pueblo.
Y la UASD, en un gesto de noble gratitud, se trasladará desde Santo Domingo hasta su tierra natal para rendir homenaje a uno de los suyos, a un poeta que trascendió las fronteras del tiempo y del espacio.
Aunque Víctor Suárez partió a la morada eterna, su voz sigue viva entre nosotros. Vive en sus canciones, en sus letras, en el recuerdo de quienes lo conocieron y lo admiraron. Vive en cada corazón lomero que se siente representado en su arte y en su ejemplo.
Porque los verdaderos artistas no mueren, se transforman en versos, en acordes, en memoria.
Y así, en el rincón más puro de Loma de Cabrera, Víctor Suárez sigue cantando... desde la eternidad.
“Tu guitarra calló, pero tus canciones siguen hablando por ti; Loma te escucha, Víctor, y en cada amanecer tu voz vuelve a florecer.”

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