Aida Rosa Herrera es una mujer que inspira. Doctora en Educación, orientadora de la conducta y con una sólida trayectoria como profesora y directora de instituciones educativas, ha dedicado su vida al bienestar de estudiantes y docentes. Su labor va más allá de impartir conocimientos: busca transformar la educación en un espacio más humano, respetuoso y motivador. Con firmeza y vocación, trabaja día a día para construir comunidades escolares más empáticas y resilientes.
¿Cuáles considera que son los mayores desafíos que enfrenta la educación actual y cómo cree que su experiencia en orientación de la conducta puede contribuir a superarlos?
Uno de los mayores desafíos de la educación actual es el creciente desinterés y la baja motivación de los estudiantes, muchas veces ligados a contextos familiares inestables, sobreexposición a lo digital y escasas habilidades socioemocionales. A esto se suma la dificultad de los docentes para manejar conductas disruptivas en el aula sin formación especializada. Desde mi experiencia en orientación de la conducta, puedo contribuir diseñando estrategias preventivas, programas de desarrollo emocional y acompañamiento docente. Promover la empatía, la comunicación asertiva y la autorregulación desde edades tempranas ayuda no solo a mejorar el clima escolar, sino también a potenciar aprendizajes más significativos y humanos.
¿Podría compartir un ejemplo concreto de cómo esta propuesta se implementó o podría implementarse para mejorar la experiencia educativa?
Un ejemplo concreto fue en la Escuela Básica Nacional Maestro Labinio Farías, donde implementé talleres de habilidades sociales con niños y niñas de primaria. A través de dinámicas grupales, juegos de roles y actividades lúdicas, se trabajaron temas como el respeto, la resolución de conflictos y la expresión emocional. Esto permitió reducir notablemente las conductas disruptivas y mejorar la convivencia escolar. Los docentes también fueron capacitados en técnicas de manejo positivo del comportamiento, lo que fortaleció su rol como guías socioemocionales. Esta propuesta es adaptable a cualquier institución que busque una educación más integral y centrada en la persona.
El compromiso de Aida Rosa Herrera con la educación es ejemplo de cómo se puede impactar positivamente desde el aula y más allá. Su enfoque humano y su experiencia en orientación de la conducta son un faro para quienes creen que educar también es formar corazones y transformar realidades.
Texto: M&J Comunicaciones.

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