By Carlos Hernandez
@CAHG_26
Cuando
el 15 de julio de 2012 los productores de Psy publicaron en YouTube el
video "Gangnam Style", jamás sospecharon que ese clip se convertiría en
uno de los más reproducidos de la historia de esa
plataforma. Poco menos de 3 mil millones de personas –al momento de
esta nota, 2.707.990.305 visualizaciones– dieron play a la grabación y
se contagiaron con el pegadizo ritmo.
El éxito fue
absoluto. A tal punto que Psy, hasta el momento un desconocido rapero
que había conseguido pocos éxitos en su carrera, conquistó uno de los
mercados más difíciles: Estados Unidos. El corte
pertenecía a su álbum Psy 6 (Six Rules) y le permitió a su intérprete
alcanzar una fama impensada. Tiempo
después, en abril de 2013, alcanzaría otro éxito. "Gentleman" conseguía
mil
millones de reproducciones. En menos de 24 horas, ya tenía 38 millones
de visitas. La vida le sonreía a este ciudadano de Corea del Sur, quien
además se convirtió en embajador turístico de su país.
Pero el primer
problema llegaría de la mano de una antigua canción del surcoreano,
quien había criticado duramente a los Estados Unidos por su guerra en
Irak. En sus letras llamaba a matar a los soldados
norteamericanos, algo que provocó duros cuestionamientos en un mercado
que comenzaba a adoptarlo. Psy debió disculparse públicamente mediante
un comunidado.
Pero no todo
terminó allí. A medida que comenzaba a disfrutar del éxito súbito,
también tendría que combatir con un secreto que pocos conocían, pero que
destrozaba por dentro al popular cantante. El
alcohol era uno de los puntos débiles de Psy. Su pasión desmedida por
el tequila, el vodka y el whisky era total. "Si estoy feliz, estoy
bebiendo. Si estoy triste, estoy bebiendo. Si está lloviendo, estoy
bebiendo. Si está soleado, estoy bebiendo", indicó
en una entrevista al confesar su drama.En
2014 tuvo una incipiente repuntada. Fue luego de compartir un clip con
Snoop Dogg. Pero ya no era lo que solía ser: consiguió "sólo" 278
millones
de visualizaciones. ¿La gente comenzaba a abandonarlo?
La presión lo
abrumaba. En diciembre de 2015 un nuevo álbum salió a la luz. Pero sabía
que el éxito no sería igual al anterior y eso lo deprimía. Seguramente
el alcohol volvió a ser un refugio. El rapero
nunca dijo si recibió ayuda profesional por su adicción. "No soy Adele.
Luego de "Gangnam Style", estaba realmente feliz, pero a veces no lo
estaba, porque esa fue la mejor canción de mi vida y no volveré a estar
en el top nuevamente", dijo resignado, al saber
que no lograría el mismo suceso que antes, según consignó el sitio
Nicki Swift.
Ahora, el
cantante busca que lo que alguna vez fue un éxito en los Estados Unidos
se convierta en sensación en un mercado mucho más conocido por él: China
y Asia. Quizás, allí logre conquistar al público
que más identificado está con su cultura.
Fuente:msn.

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