Un juez decidió que Madonna sería una mala madre después de divorciarse.

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By Carlos Hernandez
@CAHG_26 
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Ayer fue un día importante en la vida de Madonna. Después de dos años, por fin se inauguró en Malawi el Instituto Mercy James de Cirugía Pediátrica y Cuidados Intensivos, la primera unidad de salud pediátrica en el país que la cantante ha puesto en marcha. Debido a ello, Madonna, que ha sido declarada ‘Hija de la nación’, lleva días expectante y ha trufado su cuenta de Instagram de vídeos e imágenes celebrando la reciente apertura.

A este hito se añade el hecho de que fue allí, en Malawi, en donde tuvo que litigar durante más de tres años para conseguir la adopción de su hija Mercy James. Era el año 2009 y Madonna se acababa de separar de su segundo marido, Guy Ritchie, pero eso no le impidió iniciar un nuevo proceso de adopción como ya había hecho con su hijo David. Pero esta vez las cosas habían cambiado. 
"Primero pedí permiso para adoptar a David. Y tiempo después, envié una petición para adoptar a Mercy. Pero en esta ocasión, el juez dijo que no. Yo acababa de divorciarme y él me informó de que como mujer divorciada que era, no era adecuada parar criar hijos y que Mercy James estaba mejor criándose en un orfanato”, confesó la cantante en la ceremonia de inauguración según informa el diario Daily Mirror.

En aquel momento, Madonna tenía 50 años: no solo debía combatir el estereotipo de mujer divorciada, su edad tampoco le beneficiaba. Pero ella estaba dispuesta a ir a por todas, así que contrató a un equipo de abogados para iniciar (y ganar) el proceso.

“Si me conocéis, ya os podéis imaginar cómo me tomé esta noticia. Es cierto, soy una luchadora libre. Soy feminista. Soy una rebelde de corazón. Pero también soy un ser humano inteligente y compasivo. Y si no me das una razón lógica para decirme que no, entonces no aceptaré un no por respuesta. He contratado a un equipo de abogados y llevé mi caso al tribunal supreno y no fue una batalla fácil", reconoció ante su familia y el resto de asistentes. También aprovechó para comentar qué estrategias había puesto en marcha para lograr adoptar a Mercy, y acabó con un mensaje épico y cargado de optimismo. "Las leyes de adopción en Malawi no han sido reformadas desde comienzos de los años 40 y a nadie se le había ocurrido cambiarlas. Así que mi argumento fue que las mujeres habían estado criando a sus hijos durante siglos, ellas solas… por no mencionar el hecho de que yo estaba perfectamente criando a mis tres hijos. Luché por Mercy y gané. Pero no fue fácil. Y con la sangre, el sudor y las lágrimas de mucha gente aquí presente, luchamos por este hospital y ganamos. Así que aquí estoy: nunca jamás abandonéis vuestros sueños. Nunca dejéis de luchar por lo que creéis. Porque el amor lo conquistará todo”.

Fuente:msn.

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