Enfermedades del verano


By Marienny Mejía Peña

Sol arena y mar! Eso debería ser el verano, pero incluso en esta época que es una de las más esperadas y divertidas, debemos mantener nuestra salud vigilada.

Durante la época veraniega se presentan algunos riesgos en materia de salud, que surgen al exponerse al sol, comer fuera, realizar dietas estrictas, ingerir alcohol en exceso, realizar actividades al aire libre, entre otros.

El exceso de sol puede provocar efectos negativos y acumulativos. A corto plazo: quemaduras, irritaciones y alergias, mientras que a largo plazo produce lesiones oculares y problemas dermatológicos como envejecimiento prematuro de la piel y hasta cáncer cutáneo.



Para los que no conocen el término “enfermedad veraniega” he aquí unas cuantas:

Enfermedades producidas por el sol y el calor:


El exceso de calor afecta al sistema de regulación de la temperatura del cuerpo y produce consecuencias importantes como:

1) Agotamiento por calor: caracterizado por debilidad, náuseas, mareos y calambres.

2) Golpe de calor o insolación: que se manifiesta por piel roja y caliente, dolor de cabeza intenso e incluso pérdida de consciencia.

3) Deshidratación:
Se produce cuando la salida de agua y sales de nuestro organismo es superior a la entrada, lo que da lugar a vómitos, diarreas, fiebre, golpes de calor, entre otros. Para prevenirla evite el exceso de abrigo y el exceso de alcohol, así como realizar ejercicio físico intenso en ambientes calurosos

4) Micosis:
Uno de las consultas más frecuentes al dermatólogo en verano, son los distintos tipos de micosis u hongos. Los más comunes son los denominados pie de atleta o tiña pedís, cuyo contagio se produce principalmente en las duchas de las piscinas. Otra de las micosis más comunes es la llamada pitiriasis versicolor, que son los hongos en la espalda, que aparecen como una especie de manchas blancas. (Conocido como paños).

Recomendaciones a seguir:

Para minimizar los riesgos al exponerse al sol:

· No exponerse al sol entre las 11 y las 16 horas, ya que las radiaciones son más intensas y peligrosas

· Utilizar cremas con filtro solar frente a los rayos UVA y UVB, que sean resistentes al agua y tengan un factor de protección adecuado a cada tipo de piel (mínimo de 15).

· Tome en cuenta que las cremas con un índice de protección elevado permiten el bronceado evitando las quemaduras, pero no protegen del envejecimiento cutáneo ni del cáncer del piel.

· Proteja a los niños con gorra y camiseta seca y opaca.

· Descansar en la sombra; ducharse una o dos veces al día, o bien humedecer la piel con toallas húmedas; utilizar ropa ligera y amplia, de colores claros.

Beber líquidos en abundancia; evitar las bebidas alcohólicas, con cafeína o muy azucaradas; comer más ensaladas y frutas; evitar las comidas muy calientes o copiosas; permanecer en las habitaciones más frescas, en casa; reducir la actividad física y descansar en la sombra; ducharse una o dos veces al día, o bien humedecer la piel con toallas húmedas; utilizar ropa ligera y amplia, de colores claros.

Esperamos sea de utilidad este articulo y puedan llevar a cabo estos consejos ¡

Dios los bendiga siempre


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