Turismo Sostenible, ¿con que se come?


1ra. Parte.

Por Andy Omar Johnson

Cuando los términos se ponen de moda andan de boca en boca muchas veces repetidos por políticos en campaña, por locutores y periodistas o por gente que solo quiere aparentar que sabe de un tema determinado (y a la verdad saben nada) y el resto de la población repite cual cotorra con familia vieja sin saber absolutamente el significado de lo que ha expresado.

“Turismo Sostenible” está de moda el termino, lo vemos en todos lados, pero también Ecoturismo, turismo sustentable, turismo responsable, turismo alternativo en fin, muchos sinónimos del tema, y muchos de nosotros nos hemos preguntado en buen Dominicano, con que se come eso?

Demos un “wikleo” al asunto. “Turismo Sostenible es una forma de turismo que sigue los principios de sostenibilidad” En un sentido más puro, es una industria comprometida hacer un bajo impacto sobre el Medio Ambiente y cultura local, a tiempo de contribuir a generar ingresos y empleo para la población local.

Vámonos ahora al portal de la Organización Mundial de Turismo (OMT), en ese portal define Turismo Sostenible de la manera siguiente: “…Responde a las necesidades de los turistas y de las regiones anfitrionas presentes, a la vez que protege y mejora las oportunidades del futuro. Está enfocado a gestión de todos los recursos de manera que satisfagan todas las necesidades económicas, sociales y estéticas y a la vez que respeten la integridad cultural, los procesos ecológicos esenciales, la diversidad biológica y los sistemas de soporte de la vida.

Lorelba Tejada, especialista en temas turístico afirma que en su sentido más puro, el turismo es una industria comprometida en hacer un bajo impacto a las poblaciones, buscando generar empleos e ingresos a poblaciones locales, entiende ella que es tema prioritario en la agenda económica mundial y que la pieza clave es el compromiso de los grupos de interés, es que se mantenga la calidad ambiental buscando a la vez la satisfacción de los clientes y los beneficios se distribuyan ampliamente a toda la sociedad.

El experto en turismo Carlos Volguer, analizando el concepto presenta en el 2010 tres pilares que debe verificarse con este tipo de turismo:

1. Uso optimo de los Recursos Naturales

2. Respeto a la autenticidad Socio-cultural de las Comunidades Receptoras

3. Viabilidad Económica y Repartición equitativa de los Beneficios.

Mientras cursaba “turismo Sostenible” en el Instituto Tecnológico de Santo Domingo (INTEC), me sorprendió, que el concepto mismo es manejado ya hace mas de 20 años, aunque nuevo para nosotros, me encontré con un Informe llamado “EL informe Brundtland” que no es más que un documento de 1987, realizado por varios países para la Organización de las Naciones Unidas (ONU); en ese informe es nace el término: “Desarrollo Sostenible”. El término define el desarrollo que satisface las necesidades del presente sin comprometer las futuras generaciones.

Muchas veces recorremos una autopista en cualquiera de las provincias de República Dominicana, y leemos letreros que rezan: Rancho Verde, Eco-Hotel, villas Ecológicas, tienda, Amiga de la naturaleza, tours eco turísticos, sendero ecológico, bla, bla, bla; cuando entras y compras un servicio, te das cuenta que nada tiene de su nombre el dichoso negocio; usan vasos y cuberterías desechables, alto uso del agua, no rehúsan ni las páginas del printer dañadas, y el propietario es un extranjero bien bravo, que no permite que ningún miembro de la comunidad se atreva a mirar el visitante, recibiendo lo ganado y comprando luego el solar contiguo para un edificio donde instala una disco.

El ecoturista, lo primero que desea es tener una experiencia con la vida tal como es en ese campo, ciudad, en ese sitio; probar alimentos autóctonos hecho por gente sin el gorro blanco alto, que quizás estropee el idioma del visitante, pero que le enseñe el nativo. El turista verde no pretende más que sentir ser de ese lugar mientras duren sus vacaciones.

Los hay menos extremos, pero los cuales estarán pendientes al igual que el primero, de la naturaleza, que comprará el paseo a caballo, que no usa más de una toalla, que recogerá la basura consumida y no abrirá mucho el grifo para desperdiciar el agua.

No es un extraterrestre, son ciudadanos con conciencia ambiental, que van a detener en todos los negocios que encuentre a su paso y hacer fotos a rostros, al rio, al mar, a las aves, a los reptiles. Prefieren un buceo en arrecifes coralinos que ir a la fiesta blanca del hotel, pagaran subir a la montaña, más que gastar en una mesa de póker. Ese, ese es el turista sensible del verde.

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