Proyecto Bucanyé de Pedernales cumple paso a paso mandatos de ley para desarrollo turístico

Por Mario Antonio Lara Valdez. Periodista.

El pueblo de Pedernales está de nuevo
 contemplando con asombro cómo sectores insensibles a sus problemas no paran de crear obstáculos para frenar su paso al desarrollo, esta vez confundiendo y atentando contra el prometedor proyecto turístico Bucanyé. El grupo promotor de este esperanzador proyecto,
 Oceanus Investment, se ha ajustado a los mandatos de las leyes y reglamentos nacionales para alcanzar su ejecución y no han cometido hechos contrarios al interés nacional.

Pese a esto, grupos ambientalistas, sectores políticos y otras instancias sociales están del otro lado de la realidad y, parecido a las pasadas trabas puestas al Fideicomiso para la provincia, en este caso también se están difundiendo falsedades. Primero fue el Grupo Jaragua quien levantó las denuncias sin fundamento sobre la ubicación del proyecto turístico en el área protegida Playa Cabo Rojo-Pedernales. A esto le agregó que no cuenta con permiso ambiental, que presuntamente se han cortado miles de kilómetros cuadrados de manglares en terrenos del Estado y se han cercado espacios de terreno del área protegida.

Por eso, ante estos infundados alegatos, la empresa promotora ha explicado que una parte de los terrenos que conforman el proyecto Bucanyé se encuentran dentro del ámbito del Área Nacional de Recreo Cabo Rojo-Bahía de las Águilas, categoría VI, cuya clasificación permite, según el artículo 14 de la Ley 202-04 de Áreas Protegidas: “proporcionar beneficios económicos derivados de actividades y usos tradicionales sostenibles y del ecoturismo. Los usos permitidos en esta categoría incluyen: recreación y turismo, actividades económicas propias del sitio, usos tradicionales del suelo,
 infraestructuras de viviendas, actividades productivas y de comunicación preexistentes, nuevas infraestructuras turísticas y de otra índole reguladas en cuando a densidad, altura y ubicación”. El uso de este espacio girará en torno a los cuatro principios de sostenibilidad: social, ambiental, cultural y económico.

Tan necesario al bienestar de los pedernalenses es este proyecto que el senador Dionis Sánchez no solo lo respalda y promueve para su provincia, sino que ha llamado a formar un frente para defenderlo de los sectores que quieren entorpecerlo. El legislador incluso dijo que la propuesta de declarar el área de Bucanyé Parque Nacional constituye “un verdadero abuso”, señalando que el 68% del territorio de esa provincia “ya es zona protegida, equivalente a 1,414 kilómetros cuadrados de los 2,080 en total, algo que no ocurre en ninguna localidad del país”.
En Pedernales también hay un fervor por preservar estas inversiones y mucho enojo con los sectores ambientalistas, con legisladores y algunos políticos que ya están en el medio creando dificultades. El Gobierno ha hecho lo mejor de su parte para que los pedernalenses se impongan a las dificultades y den un salto hacia su desarrollo, con empleos, mejores niveles de vida y más ganas de quedarse a vivir en sus comunidades, parando así la migración a destinos inciertos.

La empresa ha reiterado que no ha iniciado operaciones allí, porque el proyecto está a la espera de recibir los permisos legales que otorga el Ministerio de Medio Ambiente. Todo ha sido canalizado bajo el amparo de las leyes y reglamentos institucionales del país y Oceanus Investment insiste en que no ha iniciado, ni iniciará el desarrollo del proyecto turístico, que está en fase de permisología, hasta tener los permisos necesarios y las vías que habiliten su construcción.

El 28 de septiembre de 2022 la compañía solicitó a Alexandro Hernández, director provincial de Medio Ambiente en Pedernales, la certificación de impacto ambiental para la ejecución de trochas y colocación de la verja perimetral en el terreno. El 19 de octubre del 2022 pidió al alcalde de Pedernales, Andrés Emilio Jiménez, una solicitud de no objeción de uso de suelo, para el desarrollo del proyecto, solicitud que ya fue concedida. Y el 10 de noviembre de ese año se requirió al ministro de Medio Ambiente, Miguel Ceara Hatton, que se haga el análisis previo al proyecto para que se ejecute el estudio de impacto ambiental.

El diseño del proyecto tiene como eje central la promoción del desarrollo turístico, con énfasis en la protección y conservación de las áreas sensibles de la zona y el respeto y protección de los mangles y humedales. El proyecto se centra en la normativa ambiental y turística vigente que cuenta con estrictos parámetros de diseño y construcción, uso de materiales específicos, no realización de rellenos, construcción en palafitos y principalmente baja densidad habitacional.
Los inversionistas han reafirmado su compromiso de promover el desarrollo en equilibrio con la protección ambiental de una de las áreas más hermosas y sensibles del país y que ha sido considerada de alta prioridad dentro de la estrategia gubernamental de promoción turística.

Obstaculizar, sin fundamento de causa el desarrollo de este proyecto turístico que pretende aliviar décadas de miseria y necesidades esenciales del pueblo de Pedernales pude encontrar esta esta vez el repudio masivo de sus ciudadanos, reivindicados en esta época por el gobierno del presidente Luis Abinader.

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