Eso fue lo que le pasó a Ryan Brandt, una mesera que se encontraba trabajando en el restaurante Oven & Tap, en Arkansas, Estados Unidos, y atendió a unos comensales que resultaron ser unos dadivosos empresarios.
La trabajadora atendió a cerca de 44 personas con amabilidad y fue bien recompensada, pues el empresario Grant Wise, presidente de la compañía inmobiliaria, le dejó cuatro mil doscientos dólares (cerca de 100 mil pesos mexicanos).
Esta propina debía dividirse con otra mesera que también se encargó de atender a las personas en la mesa. Lo cual le pareció justo a Brant, pero ahí comenzó su martirio, ya que el gerente del lugar le pidió a la mesera repartir la ganancia entre todos los meseros llevándose sólo el 20 por ciento para ella.
Así que Brant se acercó con los empresarios para contarles lo sucedido y optaron por darle el dinero afuera del establecimiento. Finalmente, la mesera fue despedida del lugar por no querer compartir lo que había ganado, aunque esta versión fue desmentida por el lugar.
El restaurante aclaró que la mesera había violado las políticas de privacidad y que se le pedía repartir el dinero entre otras dos personas que también ayudaron a atender al grupo de empresarios.
Wise ayudó a Grant para crear una fondeadora para apoyarse en los gastos mientras conseguía otro trabajo, el cual ya encontró gracias a que se hizo viral su caso.
Fuente :Notistarz
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