¿EXISTEN ALIMENTOS QUE ENGORDAN Y ALIMENTOS QUE REBAJAN?

By Kareem Marcano
@nut.KareemMarcano

Indudablemente, toda persona que se encuentre en la eterna búsqueda de soluciones para bajar de peso, ha leído o escuchado, en más de una ocasión, que ciertos alimentos como la avena, la toronja o pomelo, la manzana verde, el apio, la quinoa o quinua, entre otros, tienen la capacidad de provocar la pérdida de peso en el individuo al “quemar” la grasa corporal acumulada en el organismo. Es por esto que muchas páginas de internet recomiendan, a menudo, el consumo de tales alimentos a quienes desean reducir su peso corporal. Por otro lado, de la misma forma que se le atribuye a ciertos alimentos la capacidad de “quemar grasa”, se cree que algunos alimentos como la pasta, la papa, el pan, la tortilla, el maíz, el arroz y el queso inducen el aumento de peso en los individuos debido a que al ser consumidos se convierten inmediatamente en grasa corporal. Por lo tanto, resulta evidente el motivo por el cual muchos sitios web sugieren restringir o incluso eliminar el consumo de estos alimentos en sujetos que desean bajar de peso.

Si bien todo lo anteriormente mencionado suena bastante lógico y convincente, estas creencias populares se contraponen a los procesos fisiológicos que nos permiten acumular y perder grasa y, en consecuencia, aumentar y bajar de peso, respectivamente. En resumen, para realizar todas sus funciones, el cuerpo necesita energía la cual obtiene de los alimentos y suele medirse en kilocalorías (Kcal) o mejor conocidas como “calorías”. Cada individuo según su sexo, edad, peso, estatura, nivel de actividad física, entre otras variables, necesita un número determinado de calorías al día. Cuando el sujeto ingiere esa cantidad de calorías, no acumula, ni pierde grasa y, por consiguiente, no engorda, ni rebaja, sino que mantiene un peso estable. En contraste, cuando este consume más calorías de las que gasta, se dice que existe un superávit calórico; entonces se produce la acumulación de grasa, la cual da lugar al aumento del peso corporal. De igual forma, si el sujeto consume menos calorías de las que gasta, se produce un déficit calórico, entonces habrá pérdida de grasa, lo cual se traduce en una reducción del peso del individuo. 

Por esta razón, ningún alimento por sí solo tiene la capacidad de promover la acumulación o la pérdida de grasa y, consecuentemente, el aumento o reducción de peso, ya que esto ocurrirá como consecuencia de la relación entre la ingesta y el gasto de calorías del individuo y no del consumo de un alimento u otro. En pocas palabras, independientemente de que una persona coma apio, toronja y avena o pan, pasta y queso, no debe exceder sus calorías y debe mantener un déficit calórico, ya que solo así logrará obtener la tan anhelada pérdida de peso. Por lo tanto, no por el hecho de comer todo el día toronja o manzana verde habrá una reducción de peso, si al final del día no hay un déficit calórico. Lo mismo pasa con los cereales integrales, por ejemplo: el pan integral no rebaja, se recomienda su consumo debido a que tiene más fibra y más nutrientes que el pan refinado, pero si se excede su consumo, el sujeto aumentará de peso. 

Ahora bien, ¿por qué hay personas que bajan de peso al comer estos alimentos “quema grasa”? 

Simplemente porque anteriormente consumían alimentos o comidas altas en calorías y cuando la sustituyen por estos alimentos que son bajos en calorías, generan un déficit calórico el cual es el ingrediente principal para bajar de peso. Por ejemplo: una persona que acostumbra a desayunar dos empanadas de queso (546 kcal) y de repente empieza a desayunar un plato de avena [¼ taza de avena cruda, 1 taza de leche semidescremada y 1 cda. de azúcar] (302 kcal) automáticamente está reduciendo el número de calorías ingeridas, esto inducirá la pérdida de grasa en su organismo y, en consecuencia, la reducción de peso. Por lo tanto, no es la avena per se lo que está haciendo que este individuo rebaje, sino el hecho de que redujera su ingesta de calorías diarias. 

Por otro lado, muchas veces las personas eliminan alimentos que disfrutan comer por el hecho de creer que “engordan”. Esto hace que el individuo vea su alimentación como una verdadera tortura, lo cual le impide mantener los cambios en el tiempo y convertirlos en hábitos. Afortunadamente, no es necesario dejar de comer tales alimentos sino reemplazarlos por las versiones más nutritivas y cuidar la porción, la cual varía de acuerdo a la persona. Por ejemplo: pasta blanca por pasta integral, queso cheddar por queso mozzarella, entre otros. Por otra parte, a pesar de que los famosos alimentos “quema grasa” no producen la pérdida de peso por sí solos, estos son ricos en nutrientes y bajos en calorías (no todos), por lo tanto, se recomiendan en quienes desean perder peso y en la población general. 

En definitiva, ningún alimento, jugo, batido o brebaje hace que una persona rebaje, puesto que la pérdida de peso es un proceso complejo que implica generar un déficit calórico en el organismo. Para lo cual es necesaria la ayuda de un nutricionista que es el profesional capacitado para elaborar planes nutricionales que promuevan la pérdida de peso saludable y sostenida en pacientes con sobrepeso u obesidad.

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