100 años del natalicio de Astor Piazzolla

Fuente:Notistarz
Foto:Voz de Chile

By: Asdrúbal Valencia Giraldo

Medellín, 10 Marzo 2021. La vida de Astor Pantaleón Piazzolla (1921 - 1992) está muy documentada en libros, artículos, programas de radio y televisión y películas– como renovador del tango. Por ello acá sólo se considera su relación con Aníbal Troilo (1914 - 1975) y su significado en el origen tanguero de Piazzolla.

En 1929 cuando Astor vivía con su familia en Nueva York, de 1925 a 1936, el padre le regaló, un bandoneón y el niño empezó a estudiarlo con maestros. En ese tiempo también estudió música clásica y actuó en la película El día que me quieras con Gardel, en 1933.

En 1938, ya en Buenos Aires Piazzolla tuvo otra aproximación tanguera. Le daba vergüenza que sus amigos supieran que tocaba el bandoneón. Pero cuando escuchó al violinista Elvino Vardaro, dijo: “Descubrí una manera diferente de tocar el tango”. A este músico que formó su sexteto en 1933, le escribió una carta diciéndole que le gustaba su orquesta por los fraseos y los arreglos para bandoneones y las armonías de violín. Entre tanto, prestaba atención a otros, por ello el sonido y el estilo de Astor Piazzolla tiene la influencia de tres bandoneonistas fundamentales: Pedro Maffia, Pedro Laurenz y Aníbal Troilo.

Troilo creó su orquesta en 1937 y en 1939 tocaban en el Café Germinal y el joven Piazzolla iba todas las tardes, se aprendió el repertorio y se hizo amigo del violinista Hugo Baralis, a quien le decía las ganas que tenía de integrarse a la orquesta, pero Troilo buscaba gente experimentada.

Sin embargo, una tarde enfermó Toto Rodríguez, no tenían cómo reemplazarlo y Piazzolla le pidió a Baralis que le hablara a Troilo, salió corriendo por su bandoneón y cuando volvió Pichuco le dijo “Así que vos sos el pibe que sabe todo mi repertorio... Bueno, a ver, subí y tocá...” Y tuvo tal actuación que se incorporó a la orquesta en 1939. Fue tan importante, que aprendió a sustituir a Troilo. Le había tomado tal confianza que, cuando había poca gente o estaba cansado, le transfería la conducción y se iba a tomar unos tragos.

Estando en la orquesta, en 1941, Piazzolla empezó estudios de composición clásica. Entonces Pichuco le dio la oportunidad de hacer arreglos; pero utilizaba un borrador cuando no se seguía su línea, se le quitaba al tango la esencia bailable que debía tener, o cuando la orquestación podía molestar al cantor. Piazzolla incluía elementos propios de la música clásica, pero ajenos al tango y al ritmo de la orquesta de Troilo, quien le decía: “No, muchacho, eso no es tango”. Esto se volvió para Piazzolla una pesadilla y una de las razones de su alejamiento de la orquesta en 1944.

Sin embargo, el distanciamiento de Piazzola y Troilo fue temporal porque se admiraban mutuamente y aquel siempre reconoció que los conocimientos e intuición de este, subsanaban su poco estudio de la música de manera formal.

Troilo le tenía cariño a Piazzolla y a comienzos de la década de 1950 le volvió a encargar arreglos. En esta segunda temporada con Piazzolla como arreglador contratado, y Troilo como director consagrado, los resultados fueron diferentes.

En 1954 Piazzolla fue a estudiar a París con Nadia Boulanger, quien formó a muchos de los compositores del siglo XX. Ella le dijo que su música estaba bien escrita, pero le faltaba sentimiento. Mas, cuando lo escuchó tocar tango, dijo: “Este es el verdadero Piazzolla” y le aconsejó no olvidar nunca la música popular, el tango.

Piazzolla retornó a Buenos Aires en 1955 y formó el Octeto Buenos Aires, con el que se inició la era del Nuevo Tango.

En una entrevista en 1965, cuando el Gato – como Troilo llamó a Piazzolla– ya era un compositor admirado y controvertido en el medio tanguero, dijo Troilo: “…Creo que es un gran músico; sobre todo, un compositor inspirado. Lo único que me molesta en él es que a veces quiere asustar a la gente con arreglos extraños. Me río de los que creen que Piazzolla debería dejar el tango y hacer música sinfónica. Para el tango, un músico como Piazzolla es impagable.”

Y en la misma entrevista, dijo Piazzolla: “Troilo está detenido. Pero sigue siendo la esencia más depurada, y a la vez más rica, del tango. Van a pasar muchos años hasta que aparezca un artista de su grandeza”.

Otro hecho sobre la relación entre los dos ocurrió en 1972 cuando Piazzolla hizo la música del tango El Gordo Triste y con letra de Horacio Ferrer, dedicado a Troilo. Lo cantó Amelita Baltar con una orquesta dirigida por Ástor. La sorpresa fue que, entre el público que lo aplaudía de pie, estaba Troilo, con su esposa Zita, tirando besos y gritando “Gracias Gato, gracias nena”.

Troilo murió en 1975 y Piazzolla le dedicó la Suite Troileana, con cuatro movimientos: Bandoneón, Zita, Whisky y Escolaso, que fueron los amores de Troilo (escolaso en lunfardo es juego).

El 5 de agosto de 1990, Ástor sufrió una hemorragia cerebral en París y de regreso a Buenos Aires murió allí el 4 de julio de 1992.

Asdrúbal Valencia Giraldo: Es autor de la serie de libros El Universo del Tango (16 tomos). Es uno de los investigadores más apasionados de este género en Colombia. Es ingeniero con maestría en la Universidad de Wisconsin (EUA) y profesor emérito de la Universidad de Antioquia.

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