La viuda del conductor del automóvil en que murió el actor Paul Walker demandó al fabricante alemán de automóviles de lujo Porsche por su supuesta responsabilidad en el accidente de noviembre del año pasado.
Kristine Rodas, viuda de Roger Rodas -quien también falleció en el accidente- llevó el caso a la Corte Superior del condado de Los Angeles afirmando que un fallo mecánico en la suspensión del Porsche Carrera GT hizo que su marido perdiera el control del automóvil.
La mujer también culpa a Porsche por el diseño del Carrera GT, sin suficiente protección contra impactos como debería ser propio de un auto de carreras.
La demanda afirma que el auto carecía de mecanismos de seguridad en el tanque, lo que habría salvado la vida de los dos fallecidos.
"El Carrera GT era inseguro para el uso al que estaba destinado por defectos en la manufactura, diseño, componentes... por lo que no podía ser usado de forma segura", se lee en el documento.
A 88 kilómetros por hora
El abogado de Kristine Rodas, Mark Geragos, dijo que contrató a los mayores expertos en el país para evaluar los daños y el accidente.
Los resultados, según señaló Geragos, constituyen una mirada imparcial sobre los hechos y refutan la investigación oficial de la policía.
El vehículo explotó tras estrellarse contra una farola, según la demandante, a 88 kilómetros por hora. El informe policial habla de entre 128 y 150, más del doble de lo permitido.
La autopsia concluyó que Walker, conocido por la saga "Rápido y furioso" falleció por el impacto y las quemaduras.
El accidente se produjo durante un descanso en la filmación de la séptima entrega de la serie. Los dos hermanos del actor han ayudado a completar las escenas de acción de la película, que se estrenará en abril de 2015.
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